LA LIBERTAD QUE GENERA DESIGUALDAD
“Los mercados no son capaces de regularse por si mismos”
La globalización neoliberal alcanza a todos los rincones de nuestro planeta, atacando directamente la independencia de los pueblos como la diversidad de sus sistemas políticos.
El mundo está pasando por una nueva era de conquista muy similar a las de la colonización e imperialismo. Pero, mientras los actores principales de las anteriores expansiones eran los reinos y estados, esta vez son las empresas, grupos industriales y financieros privados los que se proponen dominar el mundo. Nunca los dueños del planeta habían sido tan pocos ni tan poderosos. Estos grupos están situados en el bloque: USA-Europa-Japón, y la mitad de ellos está radicado en Norteamérica, más precisamente en Estados Unidos.
El imperio neoliberal no aspira tanto a conquistar países como a conquistar mercados. La preocupación de este moderno poder no es la conquista de territorio, como en el caso de las invasiones o los periodos coloniales, sino la posesión de las riquezas.
En resumen, este proyecto económico, que también se ha empleado en América Latina, es una propuesta de sociedad que conllevan supuestos políticos o ideológicos que se sustentan en el planteamiento que señala que para el funcionamiento adecuado del capitalismo, es imprescindible la libre actuación de las fuerzas del mercado. Por lo que la apertura de los mercados nacionales, los procesos de privatización, la desregularización económica y la reforma del Estado, se transforman en los principios básicos para lograr insertarse en ésta dinámica de crecimiento. Tomando en cuenta que el objetivo primordial del capitalismo es el de garantizar la obtención del excedente económico, las dificultades para lograr una rentabilidad adecuada en un escenario de competencia que resulte de una mayor productividad, va a determinar el establecimiento de procesos productivos sobre nuevas bases tecnológicas, nuevos pactos comerciales para el funcionamiento del mercado, nuevas formas de organizar el trabajo y nuevas alianzas políticas. Lo que ha dado por resultado una mayor globalización del mercado mundial. (Wankern: 2009)
Sin embargo, esta estrategia económica viene acompañada de destrucciones impresionantes. Restringe la intervención del estado hasta despojarlo de responsabilidades sobre los bienes mínimos que merece todo ciudadano. Elimina los programas generales de creación de oportunidades para todos y los sustituyen por apoyos ocasionales a favor de grupos particulares. Privatiza empresas con el criterio de que el estado es quien mal administra. Abren sin restricciones las fronteras a mercancías, capitales y flujos financieros, dejando sin suficiente protección a los productores más pequeños. Además, genera un voluminoso “pobretariado” integrado por desempleados, subempleados y trabajadores precarizados, informales e inestables. Y así un sin número de desigualdades e injusticias que alimentan a este sistema.
Por esencia, la ideología neoliberal concibe a la desigualdad como un factor fundamental para el correcto funcionamiento de una sociedad. Ya que sin ella los individuos no estarían motivados a competir, a comercializar, a buscar mejores precios, mejorar la calidad para vender más o abaratar costos para producir en menos tiempo. Pero por el contrario, al implementarse esta estrategia de desarrollo neoliberal, los estados reducen sus responsabilidades sociales. Pues, pierden el control de la conducción del proceso económico. Cabe recordar, que el estado es la instancia en donde se establecen las interlocuciones básicas de la relación sociedad-estado-economía. En otras palabras, sin estado no puede existir equilibrio social.
Este sistema capitalista, que propone la desigualdad como un factor vital para la sociedad, provoca muchas inequidades reflejadas en las pequeñas y medianas empresas que no pueden competir (obligadas a originar despidos), en las aperturas de fronteras que directamente perjudica a los campesinos, en las devaluaciones del salario, etc. Y lo más grave de todo, es que pone en riesgo y estancamiento a los países más débiles al no dejarles más opción que ser sirvientes de las grandes potencias, que ganan consumiendo los productos de materia prima, mucho más de lo que los países productores ganan produciéndolos. Muestra de ello han sido el gran aprovechamiento de las potencias hacia los países tercermundistas. En el caso de África, esta región se encuentra devastada y quedada en el olvido a favor de las grandes empresas internacionales. Y América Latina está arriesgando sus valiosos recursos naturales, que están siendo concesionados por empresas extranjeras. Pues, estas últimas está pasando a llevar la soberanía de derecho a la autodeterminación de valores e impuestos de cada nación sobreexplotada.
Por otro lado, paradójicamente al poder neoliberal, “la obligación condujo la economía mundial a tomar la forma de una economía de papel, virtual, inmaterial. La esfera financiera llegó a representar más de 250 billones de euros, o sea seis veces el montante de la riqueza mundial. Y de golpe, esa gigantesca “burbuja” reventó. El desastre es de dimensiones apocalípticas. Más de 200 mil millones de euros se han esfumado. La banca de inversión ha sido borrada del mapa. Las cinco mayores entidades se desmoronaron; Lehman Brothers en Barracota; Bear Stearns comprado, con la ayuda de la Reserva Federal (FED), por Morgan Chase; Merril Lynch adquirido por Bank of America; y los dos últimos, Goldman Sach y Morgan Stanley (en pate comprado por el japonés Mitsubishi UFJ), reconvertidos en simples bancos comerciales.
Toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero ha colapsado. No sólo la banca de inversión, sino los bancos centrales, los sistemas de regulación, los bancos comerciales, las cajas de ahorros, las compañías de seguros, las agencias de calificación de riesgos (Standard&Poor, Moody’s Fitch) y hasta las auditorías contables (Deloitte, Ernst&Young, PwC).
La administración del Presidente George W. Bush ha tenido que renegar de ese principio y recurrir, masivamente, a la intervención del Estado. Las principales entidades de crédito inmobiliario, Fannie Mae y Freddy Mac, han sido nacionalizadas. También lo ha sido el American International Group (AIG), la mayor compañia de seguros del mundo. Y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (expresidente de la banca Goldman Sachs…) ha propuesto un plan de rescate de las acciones «tóxicas» procedentes de las «hipotecas basura» (subprime) por un valor de unos 500 mil millones de euros, que también adelantará el Estado, o sea los contribuyentes.
Al contrario del libre mercado, si un gobierno democráticamente elegido quisiera crear un proyecto favorable al crecimiento y al empleo al estilo keynesiano, los neoliberales sancionarían inmediatamente al país interesado de regular e intervenir en su economía, sea atacando su moneda , sea vendiendo masivamente los títulos de su empresa o sencillamente provocando una fuga de capitales significativa para la población. Esta brutal estrategia produciría una crisis enorme y haría imposible que se llevara a cabo ese proyecto deseado por los ciudadanos.
En conclusión, estas intervenciones del Estado en poderosos gobiernos como el estadounidense, la desigualdad económica y social (la base del nacimiento del neoliberalismo), los dineros inexistentes, la carencia de un sistema regulador justo y democrático, han demostrado que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Dando pie a la corroboración de una ley del cinismo liberal:
“Se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace pagar a los pobres las excentricidades irracionales de los banqueros y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, con empobrecerlos aún más”
Y, finalmente, difiriendo de la frase establecida desde un principio: La libertad que provoca desigualdad. He llegado a la conclusión, que el imperio neoliberal cuenta con un liberalismo disfrazado, pues sólo ha favorecido la formación discreta de un ejecutivo planetario, compuesto por: el FMI, el Banco Mundial, la OCDE y la OMC. Estos cinco cabecillas del mundo, han dominado y regulado el mercado y nuestras vidas de una forma antidemocrática, pasando por alto el sufragio universal.
Danito
HONDURAS: VUELVEN LOS GOLPES A LATINOAMERICA
¿Dónde está el problema? ¿Por qué hubo un golpe de Estado?
El problema es de fondo, en honduras, la realidad estaba cambiando. Un presidente adscrito al partido liberal, había optado por la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestras América (ALBA), rigiéndose por políticas sociales de corte popular, rompiendo el concepto de que Honduras es un país controlado por los EE.UU.
Por primera vez, después de dos siglos de idependencia, existía el ánimo de realizar un proyecto social inclusivo de las grandes mayorías sociales. Del campesino pobre, de los pueblos aborígenes, del proletariado y las clases trabajadoras. Una ilusión que incita la ira de la oligarquía trrateniente y crea el miedo en las empresas del país. Aún así, pocos podían predecir el retorno de los golpes de Estado para anular los deseos demócraticos de una mayoría social identificada con las reformas de su gobierno .Ello significa abortar la posibilidad de construir un stado Nación Soberano.
Lamento en demasía lo que ha decidido la Corte Suprema Hondureña, al permitir la llegada de un nuevo presidente mediante la fuerza.
Michelletti ha cambiado la Constitución de una forma más deliberante que Manuel Zelaya, además este último sólo iba a dictar un plebiscito con el fin de que el pueblo votara por la consulta popular en relación con su permanencia en el poder.
En Honduras, los grandes empresarios han catalogado a Zelaya de anti.democrático. Pero, no me queda claro que tipo de democracia buscan al apoyar a alguien que ha bloqueado los canales independientes y los medios internacionales por temor a la información.
Siento mucho lo que esta sucediendo, espero que el pueblo hondureño se una y no permita que dictadores como Micheletti continúen en el poder. Pues, no sólo afecta al pueblo caribeño sino que corremos el riesgo a que aquel modus operandis actuará directa o indirectamente como efecto dominó en muchos países de latinoamerica.
